Asunción Ballarín: veterinaria del Valle de Chistau y docente de La Estiva

Asunción Ballarín: veterinaria del Valle de Chistau y docente de La Estiva

¿Cuál es tu historia con el sector ganadero?

Soy hija de ganaderos y por si eso fuera poco nací en el valle en la época en que todavía en la mayoría de las casas tenían animales así que mi historia con el sector ganadero es mi propia historia. Siempre me interesaron los animales por si mismos y también todo lo que se hacía con ellos Desde muy pequeña me gustaba acompañar a ganaderos y veterinarios. Así que en el momento de decidir que quería estudiar lo tuve claro y me licencié en veterinaria y desde entonces mi profesión ha sido cuidar y curar vacas, ovejas y cabras.

¿Qué te motivo a formarte para ser docente en La Estiva?

La Estiva me motivó desde el primer momento en que se me informó que existía el proyecto. Me pareció tan fascinante y ambicioso lo que se quería hacer que enseguida quise formar  parte.

Fascinante porque une principios en los que creo:

. Hay que defender la ganadería extensiva porque genera alimentos más saludables al respetar el bienestar de los animales. Es sostenible ya que los recursos que utiliza no entran en competencia con ninguna otra actividad. Y, además, aquí en la montaña es necesaria para mantener el entorno y el paisaje

. Hay que recoger el legado de nuestros antepasados ( padres, abuelos ..) y  trasmitirlo a las nuevas generaciones porque es la forma de respetarlos y de proteger un patrimonio que ha llegado hasta nuestros días

.Hay que educar para tratar de revertir la tendencia de vivir alejados de la naturaleza y dar una oportunidad a través de la formación a personas interesadas en vivir de otra manera.

Y ambicioso, porque San Juan de Plan es un pueblo muy pequeño desde donde queremos, paso a paso, ir involucrando a todo el sector y que la escuela llegue a ser la escuela de pastoreo de todo  Aragón.

 Así pues, aquí en el valle todos los vecinos debemos contribuir para poder mirar con optimismo el futuro de la ganadería de montaña. Y la mejor forma con la que yo creí que podía colaborar en el proyecto era formarme como docente para poder trasmitir mis conocimientos y mi experiencia.

¿Cuál fue tu experiencia en el curso anterior?

Ha sido una experiencia muy enriquecedora. Yo, aunque sí que había impartido alguna charla, era novata en esto de la docencia, y he disfrutado mucho.

Preparar las clases es mucho trabajo pero impartirlas cuando los alumnos están motivados y participan en clase preguntando mucho (como ocurrió este pasado curso) es muy gratificante para el docente.

 Además al haber sido solo ocho alumnos se establece una estrecha relación que ha llevado a que yo tenga ocho amigos más. Por lo tanto el balance es muy positivo.

Sobre todo, la de que el proyecto se vaya consolidando y tomando forma.

¿Que expectativas tenéis en el nuevo curso?

Espero y deseo que el nuevo curso se desarrolle y concluya al menos tan bien como el año anterior. 

Como queremos  ir superándonos  poco a poco, este curso vamos a ampliar temario impartiendo un módulo sobre el queso, vamos a tener más número de alumnos y queremos formar  más ganaderos para que pueden  tutorizarlos.

Así que, aunque todavía queda  mucho trabajo por hacer, en mi caso también  tengo muchas ganas y mucha ilusión de poder contribuir a cambiar la vida de los alumnos que vengan este año a la escuela.